Las empresas se enchufan al negocio de las electrolineras

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Todo hace pensar que la construcción de una futura red de electrolineras que surta de energía a los coches eléctricos es un apetitoso negocio al que algunos quieren hincar el diente. El último en mostrar interés ha sido la familia Riberas, propietaria de Gestamp y X-Elio, según ha publicado esta semana Expansión. Pero en este gran pastel otros también toman posiciones para repartirse las tajadas. Las grandes energéticas han sido las primeras en diseñar sus propios planes con el fin de liderar la transición a una movilidad mucho más sostenible y menos contaminante. Endesa va a crear 8.500 puntos de recarga (lenta, rápida y supe rápida) hasta 2023 e Iberdrola también se ha comprometido a instalar más de 200 estaciones de recarga rápida a finales de este año, al menos una cada 100 km en las principales carreteras. En el festín hay comensales de lo más variopinto: desde la automovilística Nissan hasta grandes grupos de aparcamientos como Saba y Tesla. E incluso la petrolera Repsol anunciaba esta semana la instalación del primer punto de carga ultra rápida (en 6 minutos y con una potencia de 700kW) en Vitoria a partir de abril.

Para entender este mercado, primero hay que saber qué es una electrolinera. «Es un punto donde pueden recargar varios coches a la vez de forma rápida. Es decir, viajo, cargo el coche y sigo mi viaje», explica Jorge Morales, director de Próxima Energía. Y para eso las recargas no pueden tardar más de 30 minutos. Hoy día eso lo garantizan puntos de recarga de 50 kW (rápida), de 150 kW (super rápida) y de 350 kW (ultra rápida).

El Gobierno quiere alcanzar los cinco millones de vehículos eléctricos en las carreteras en 2030

Algo muy diferente a los puntos de recarga semi rápidos que ofrecen muchos ayuntamientos, o empresas como Mercadona,Alcampo, Ikea y Bricomat en sus aparcamientos, o hasta hoteles, casas rurales y pequeños comercios para sus clientes, donde la recarga oscila entre una y tres horas. Y nada que ver con el sistema que utiliza el propio consumidor particular en su garaje. «Casi la totalidad de las cargas de un vehículo eléctrico se realizan por la noche, en casa o en el garaje de la empresa, por lo que, salvo casos en los que se requieran muchos más kilómetros de autonomía que los más de 300 que tienen ya algunos modelos actualmente en venta, la carga pública no es indispensable. Esta carga nocturna es más que suficiente para casi el 90% de usuarios», asegura Arturo Pérez de Lucia, director gerente de Aedive (Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico).

Un sector no rentable

Sin embargo, en la creación de una red básica de electrolineras no hay marcha atrás. La UE quiere reducir, al menos, un 40% emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con 1990. Y para conseguirlo la promoción del vehículo eléctrico tiene un papel crucial. De hecho, el objetivo de nuestro Gobierno, recogido en el Plan Nacional Integral de Energía y Clima, es que en 2030 circulen por las carreteras españolas unos cinco millones de coches eléctricos que supondrán el 16% del parque móvil. Y eso, «requiere una red de carga rápida en itinerancia para realizar trayectos de largo recorrido y para servicios intensivos en uso como el taxi, la distribución de última milla o flotas comerciales, además sirve para eliminar la barra de la ansiedad de autonomía en los usuarios», dice Pérez de Lucia.

Suficiente motivo para que el camino hacia esta movilidad sostenible se haya convertido en un atractivo negocio. Aunque ahora no parece un sector muy rentable. «Las empresas que están interesadas se quejan de que los costes por instalar un punto de recarga son muy altos, cuando además solo van a cargar uno o dos coches al mes», indica el experto energético Jorge Morales.

Un punto de recarga de 50 kilovatios cuesta una media de 4.000 euros, es decir, esto es lo que se paga «solo por tener la potencia disponible, después vienen los gastos de mantenimiento, etc», afirma Elena Bernardez, responsable e-mobility de Endesa X. «La inversión —asegura— en la infraestructura civil en acceso público es cara. El problema es cómo está regulado el término de potencia. Si además no hay coches que carguen, el coste es mayor». Trabas que se salvan porque la apuesta de esta compañía es la sostenibilidad, dice, y «una infraestructura de electrolineras es necesaria para no dejara tirado a nadie, y para paliar ese el miedo que causa la autonomía de los eléctricos».

Entonces ¿por qué grandes compañías están apostando por crear electrolineras? «El negocio no es el punto de recarga, sino la electricidad que se va a consumir. Las eléctricas quieren que se desarrolle el coche eléctrico para que exista un mayor consumo de energía», sostienen el experto Jorge Morales.

La inversión en la infraestructura civil en acceso público es cara

Otra opción es aprovechar la red de estaciones de servicios que ya existen en España. Una propuesta que figura en el Anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, elaborado por el Gobierno y que ha sido remitido a Las Cortes. Su futuro dependen de lo que digan las urnas el próximo 28 de abril. Este documento recoge que las gasolineras que en el año 2018 hayan tenido «un volumen anual agregado de ventas de gasolina y gasóleo superior o igual a 5 millones de litros instalarán al menos una infraestructura de recarga eléctrica de potencia igual o superior a 22 kW».

Ayudas públicas

«A día de hoy no es un gran negocio y la prueba es que las estaciones de servicio que ya cuenta con puntos de recarga no obtienen grandes beneficios derivados de su utilización», defiende Nacho Rabadán, director de comunicación de CEEES (Confederación de Empresarios de Estaciones de Servicio). «Hay muchas empresas interesadas en desplegar redes de recarga de puntos eléctricos —comenta— y obviamente se han fijado en la red española de estaciones de servicios, pues poseemos las mejores ubicaciones para garantizar la movilidad, así como la experiencia en el suministro de energía para los despazamientos».

Para el desarrollo de una red de electrolineras suficiente, los expertos señalan la necesidad del apoyo de las administraciones, «que faciliten los procesos administrativos y eliminar trabas como el término de potencia, que desincentiva a los inversores», sugiere Pérez de Lucía. También son necesarias las subvenciones. El primer paso ha sido aprobar, en el pasado Consejo de Ministros, cómo se van a repartir las Comunidades Autónomas de los 45 millones de euros con los que está dotado el Programa de Incentivos a la Movilidad Eficiente y Sostenible (MOVES). Entre un 30% y un 60% de lo que va a recibir cada región se destinará a la implantación de infraestructuras de recarga (de este último porcentaje, como mínimo el 50% será para puntos de recarga rápida o ultra rápida).

Puntos en la red

En total, España cuenta ya con 4.175 puntos de recargar (lentos, rapidos, super rápidos y ultra rápidos) distribuidos por todo el país, según los datos que recoge Electromaps, una web donde figuran los puntos de repostaje eléctrico de diferentes países europeos. La Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA) recogía la cifra de 4.974 en el primer semestre de 2018, situando a nuestro país en el quinto de la Unión Europea con más puntos de recarga. Sin embargo, estamos lejos de países como Holanda que posee más de 32.875, Alemania 25.241 y Francia 16.311 yReino Unido 14.256.

Por otro lado, España es uno de los países europeos con menor representación de vehículos eléctricos en lo que a ventas se refiere: un 0,32% de cuota respecto al mercado de turismos. Noruega se situaba en 2017 en el 20,82%. Le sigue Islandia (4,01%), Países Bajos (1,92%) y Austria (1,54%).

Lecciones aprendidas en América Latina

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Por Arturo Pérez de Lucia, Director Gerente de AEDIVE, para Cinco Días

La movilidad de eléctrica está creciendo de forma exponencial en el mundo y la región de América Latina y el Caribe no es ajena a este desarrollo. Prueba de ello es la reciente celebración en Ciudad de México de la Latam Mobility Summit 2019, un encuentro que durante dos días reunió a expertos de diferentes países, que aportaron su conocimiento respecto a un mercado incipiente todavía, pero con una proyección de futuro espectacular, que ya se está empezando a hacer visible en la región más urbanizada del mundo, según la ONU-Hábitat, y cuya tasa de población urbana se espera que alcance el 89% en 2050.

Cierto es que, en esta fase inicial, el mercado en la región es todavía es pequeño. La flota de vehículos eléctricos enchufables de la mayoría de los países latinoamericanos no alcanza los cuatro dígitos, pero el encuentro profesional puso de relieve el enorme potencial de desarrollo y la capacidad de los diferentes gobiernos para asumir de forma coordinada proyectos de Estado que impulsen una transformación que no solo pretende actuar sobre los efectos nocivos del cambio climático, fruto de las emisiones del transporte rodado, sino también sobre las oportunidades de desarrollo industrial, tecnológico, empresarial, laboral y de servicios asociados a una nueva movilidad urbana electrificada.

Curiosamente, quienes allí acudimos para aleccionar y trasladar las experiencias y buenas prácticas de regiones como Europa, donde la movilidad eléctrica tiene un desarrollo comparativamente mayor y cuantitativamente más avanzado, nos convertimos a su vez en alumnos de cómo afrontar un desafío que exige no solo altura de miras para solucionar los graves problemas para la salud y la calidad de vida de los ciudadanos, sino también la generosidad y la visión de Estado por parte de los gobiernos a la hora de convertir los retos en oportunidades y hacerlo de forma coordinada y en colaboración con todos los agentes involucrados, eliminando de la ecuación las diferencias políticas o la politización de las decisiones a adoptar, más allá de proyectos programáticos sujetos a la arbitrariedad de los comicios generales en cada país.

A nivel nacional, los gobiernos de cada país trabajan para establecer programas que ofrezcan incentivos, infraestructura y cambios culturales, para ayudar a reducir el precio inicial de los vehículos eléctricos, acelerando a su vez el despliegue de la infraestructura de carga, y abordando la resistencia cultural al cambio para adoptar nuevas tecnologías en un sector que se ha mantenido fiel a la combustión a lo largo del siglo XX.

Así sucede en países como Chile, que pretende liderar en Latinoamérica esa transformación hacia las cero emisiones y cuya Estrategia Nacional de Electromovilidad, impulsada por el Ministro de Energía del anterior Ejecutivo, Andrés Rebolledo, se enfoca a que el 40% de los vehículos particulares y el 100% de los vehículos de transporte público sean eléctricos al 2050 y para lo que las ministras de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, y de Energía, Susana Jiménez, del actual Gobierno, han promovido la firma de un acuerdo público-privado para impulsar también el desarrollo de proyectos de investigación y de capital humano en torno a un mercado que consideran estratégico para el país.

 

A nivel regional se aboga por la colaboración entre los diferentes gobiernos para aprender unos de otros y garantizar que las lecciones de los países más avanzados de la región sean bien difundidas para lograr de ese modo que las administraciones, el sector privado y los usuarios tengan una interlocución y un intercambio de conocimiento que ayude a evitar errores que pueden ser costosos e innecesarios.

En el marco de la XXI Reunión del Foro de Ministros de Ambiente de América Latina y el Caribe, llevada a cabo en octubre del 2018 en Buenos Aires, Argentina, se presentó el Diálogo de Movilidad Eléctrica, promovido por Costa Rica y Argentina y apoyado por Barbados, Belice, Bolivia, Chile, Colombia, El Salvador, Granada, Guatemala, Honduras, México, Santa Lucía y Uruguay, donde la incorporación masiva de autobuses eléctricos en el transporte público (200 unidades rodando ya en Chile), la transformación de flotas de taxis eléctricos (Brasil, Colombia, Chile, Ecuador y México), la instalación de corredores interprovinciales de recarga rápida (Uruguay, México y Brasil) o el desarrollo de leyes para la promoción y el incentivo del transporte eléctrico (Costa Rica) han sido hitos puestos en valor como parte de la estrategia regional.

En el impulso de la movilidad eléctrica, Latinoamérica y el Caribe parecen haber encontrado como región un mercado que ofrece intereses comunes para cada país involucrado y planteamientos innovadores para modernizar y descarbonizar el transporte público y privado con altos beneficios para la calidad de vida de sus habitantes.

El exmandatario mexicano Felipe Calderon y actual presidente de la comisión de sostenibilidad y medio ambiente de la FIA, lo resumió muy bien al dirigirse durante su intervención en el panel de Smart Cities de la Latam Mobility a los emprendedores mexicanos, a quienes aconsejó que aprovechen la ola de responsabilidad ambiental y urbana que abanderan las nuevas generaciones para ejercer la fuerza de opinión pública y mover voluntades políticas en favor de la descarbonización del transporte.

De regreso al viejo continente, uno redescubre que, pese a que en Bruselas se trabaja por acompasar objetivos a nivel regional, cada país europeo interpreta de forma independiente y con diferente ambición cómo alcanzar sus objetivos en la descarbonización del transporte, sin que parece que haya sinergias tan siquiera a escala local.

En España, la sensación es también de desencuentro, no ya solo entre la clase política, pues parece que la descarbonización del transporte y la movilidad eléctrica se asocien a estrategias ideológicas, sino también entre la política y la propia industria, con un desacoplamiento total, además, con la sociedad civil.

Debemos asumir el compromiso de la descarbonización del transporte, de los objetivos de la Comisión Europa a 2050 y del Acuerdo de París como una cuestión de Estado, puesto que su consecución está muy por encima de gobiernos e ideologías. No es una estrategia política. Es una prioridad para promover acuerdos y marcos normativos de movilidad eléctrica, el desarrollo de instrumentos financieros y nuevos modelos de negocios, la creación de capacidades y el intercambio de conocimiento, la colaboración en proyectos piloto, así como la exploración de sinergias y oportunidades con otros campos del saber, con énfasis en la innovación y la creación de nuevos puestos de trabajo.

La movilidad eléctrica no es una amenaza, ni debe entenderse como tal. Es un proceso evolutivo en un momento crucial que forma parte de una revolución industrial, tecnológica y de servicios en la movilidad que de no asumirse por unos, será liderada por otros.

Latinoamérica y El Caribe así lo han entendido y otras regiones del mundo como Asia, Oriente Medio y América del Norte (por primera vez, el Tesla Model S ha superado a las berlinas premium de las marcas de lujo BMW, Mercedes-Benz y Audi en ventas europeas), ya están preparándose para asumir ese liderazgo.

Los turismos eléctricos plantan cara a la caída de matriculaciones duplicando sus cifras en lo que va de año

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Febrero registró un total de 860 matriculaciones de turismos 100% eléctricos

Los turismos eléctricos registraron un total de 860 matriculaciones en el mes de febrero de 2019, lo que supone un incremento del 128,1% con respecto al mismo mes del año anterior y se distancian de la caída generalizada de la suma de matriculaciones de turismos y todoterrenos de todas las fuentes de energía que se comercializan en el mercado, según datos consensuados entre AEDIVE y GANVAM.

Infografía BEV y PHEV febrero 2019 GANVAM AEDIVEEn lo que va de año, se matricularon 1.457 turismos eléctricos puros y el segmento anota un crecimiento ligeramente superior al 100%, es decir, el doble que el año anterior.

Según el canal, el de empresas matriculó 426 unidades en febrero (un 58,9% más), si bien el de particulares cobró fuerza y anotó 363 turismos 100% eléctricos, creciendo un 239,25% con respecto a febrero de 2018, porcentajes verdaderamente significativos.

El acumulado del año 2019 suma un total de 823 unidades de empresas y 554 de particulares, presentando crecimientos del 62,3% y del 154,1%, respectivamente.

Por su parte, el canal alquilador sumó 71 matriculaciones de vehículos eléctricos en febrero y acumula 80 unidades matriculadas en lo que va de año, presentando un fuerte incremento si lo comparamos con las tres unidades matriculadas en el mismo periodo de 2018.

Por marcas, Tesla (211 unidades), Smart (164), Nissan (134), Hyundai (101) y Renault (84) encabezaron la lista de las más vendidas con la oferta de sus diferentes gamas de vehículos eléctricos en España.

Por modelos, el Tesla Model 3 fue el más matriculado en febrero -coincidiendo con su lanzamiento-, con 199 unidades, seguido por el Nissan Leaf (134 unidades) y el Kona EV (93 unidades).

Híbridos enchufables (PHEV)

Por otra parte, los turismos híbridos enchufables (PHEV) sumaron 427 matriculaciones en el mismo mes y suman un total de 937 unidades matriculadas en lo que va de año, registrando un crecimiento del 30,6% en relación al mismo periodo de 2018.

En esta categoría, las marcas más vendidas fueron Mitsubishi (con 104 unidades), Mini (88) y Volvo (84), que matricularon las versiones híbridas enchufables de sus modelos Outlander PHEV, Mini Countryman Plug-In Hybrid y XC90 (42), respectivamente.

Ciclomotores eléctricos, el mayor crecimiento

El mayor incremento en matriculaciones de vehículos eléctricos lo registraron los ciclomotores, al crecer más de un 400% y matricular 966 unidades en lo que va de año, impulsados por los nuevos formatos de movilidad en las grandes ciudades.

Derivados eléctricos

El segmento de derivados, furgonetas y pick up eléctricos registraron un crecimiento del 14,3%, al matricular 326 unidades en el acumulado de 2019. El modelo NV200 de Nissan registró 108 matriculaciones y la versión eléctrica del Renault Kangoo anotó 76 unidades.

Por comunidades autónomas

Madrid concentra el 69% de las matriculaciones de híbridos enchufables y el 50% de eléctricos puros. Navarra ha multiplicado por 5 sus registros, siendo la comunidad que más crece.

Según ha señalado el Director General de AEDIVE, Arturo Pérez de Lucía, “siguen creciendo las matriculaciones de vehículos eléctricos. Sin embargo, el anuncio de las ayudas del MOVES ha generado unas expectativas que podrían suponer un freno a las matriculaciones hasta que las comunidades autónomas no lancen sus propios planes asociados a lo largo de los dos próximos meses. Esperamos, en cualquier caso, que el MOVES sea el último de los planes de este tipo que llevan lanzando los diferentes Gobiernos desde 2010, y que de ahora en adelante se trabaje para promover un plan de incentivos ambicioso, coherente y continuado en el tiempo, junto con las reformas fiscales adecuadas para dar las señales oportunas al mercado, en línea con los objetivos de descarbonización del transporte adquiridos por el Estado español para 2050 y en el Acuerdo de París”.

Por su parte, la Directora General de Ganvam, Ana Sánchez, ha afirmado que “gracias a una oferta de eléctricos cada vez más variada, este mercado es el que más crece en febrero de 2019 comparado con el resto de fuentes de energía. Aunque las cifras que presenta siguen siendo muy residuales, cabe destacar que todas las comunidades autónomas presentan crecimientos. El posicionamiento por precio de estos vehículos unido a las infraestructuras adecuadas irán haciendo que esta tecnología cada vez esté más presente en nuestros modelos de movilidad”.

Mercadona apuesta por el transporte sostenible para sus repartos online

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El vehículo estará en pruebas para observar su rendimiento y la compañía prevé adquirir cuatro camiones propulsados a gas natural

Mercadona ha iniciado las pruebas de un nuevo vehículo eléctrico para los repartos de pedidos realizados a través de internet, que realiza desde su almacén exclusivo dedicado al negocio online ubicado en Valencia, conocido como ‘Colmena’.

El objetivo de esta iniciativa es testar “el funcionamiento de este camión eléctrico y contribuir a reducir el impacto medioambiental de su actividad”, tal y como ha informado la cadena de supermercados en un comunicado.

Este nuevo vehículo tiene una capacidad para transportar siete pedidos por viaje y su interior es similar al del resto de camiones que componen la flota de este servicio de compra online.

Para el diseño de los nuevos camiones eléctricos, Mercadona ha contado con la colaboración de proveedores especialistas como Subiela en carrocería, Thermoking en equipos de frío y Maxus en motores

Para su diseño, Mercadona ha contado con la colaboración de diferentes proveedores especialistas: Subiela en carrocería, Thermoking en equipos de frío y Maxus en motores.

La apuesta por el transporte sostenible de la cadena valenciana contempla también la incorporación de cuatro camiones propulsados a gas natural a la flota de su proyecto online, compuesta actualmente por 33 vehículos.

Esta red de vehículos se caracteriza por tener en su interior tres zonas de temperatura distintas adaptadas para cada tipo de producto. El resto de la flota está compuesta por dos modelos distintos: uno que permite transportar hasta 15 pedidos y otro de hasta 9 pedidos por viaje.

El nuevo servicio de venta online de Mercadona, iniciado a finales de mayo de 2018, está disponible en un total de 97 municipios de la provincia de Valencia. Convive con el servicio tradicional ‘telecompra’ en el resto de zonas y se caracteriza por ofrecer al cliente online una nueva página web, aplicación móvil, y por centralizar los pedidos desde un único punto, internamente conocido como ‘colmena’.

Actualmente, más de 220 personas, entre ingenieros informáticos, diseñadores, product managers, personal de almacén, especialistas en frescos, repartidores y atención al cliente, forman parte de este nuevo proyecto digital.

Desde que empezó esta prueba piloto, continúa en constante evolución y, a día de hoy, más de 220 personas, entre ingenieros informáticos, diseñadores, product managers, personal de almacén, especialistas en frescos, repartidores y atención al cliente, forman parte del mismo.

Mercadona trabaja en el Proyecto de Distribución Urbana Sostenible y la mejora de la calidad del aire en las ciudades mediante vehículos propulsados por tecnologías más limpias y eficientes. Otra línea estratégica del Plan de Responsabilidad Social es la sostenibilidad medioambiental y por ello cuenta con un sistema de gestión ambiental propio, enfocado a la optimización logística, la eficiencia energética y la reducción de residuos.

Además, en la compra online de Mercadona, se han eliminado las bolsas anteriores de reparto, más gruesas y amplias, y se trabaja actualmente con bolsas súper ligeras de 15 micras.