La respuesta radica en la necesidad de disponer de dos circuitos eléctricos distintos en los vehículos: uno de alta tensión para la tracción y componentes de alto consumo energético, que utiliza la batería de tracción y otro de 12 voltios para alimentar sistemas convencionales como unidades de mando, iluminación e infotelemática. Esta instalación de baja tensión es esencial para poder activar el circuito de alta tensión y para garantizar la seguridad y la eficiencia del vehículo.
Aunque algunos fabricantes están comenzando a integrar baterías de tecnología de iones de litio en estas instalaciones de 12 voltios, la mayoría todavía utiliza baterías de plomo ácido, especialmente de tecnología AGM.
La batería de 12 voltios puede cargarse a través del sistema de alta tensión, utilizando un cargador interno en lugar del tradicional alternador, lo que garantiza un suministro estable de energía y evita caídas de tensión en el sistema de 12 voltios. Por esta razón, los fabricantes especifican el modelo de batería de 12 voltios necesario para cada vehículo. Además, cualquier intervención en el sistema de alta tensión del vehículo requiere precauciones especiales, que incluyen la manipulación de la batería de 12 voltios.
En resumen, la batería de 12 voltios puede ser pequeña, pero su importancia es enorme en el funcionamiento de los vehículos híbridos y eléctricos más avanzados del mercado.
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