Millor Battery abrirá en Barcelona su fábrica de baterías para vehículos eléctricos

Millor Battery
Millor Battery anuncia que fabricará en Barcelona baterías de ion litio más ligeras, con mayor autonomía y más vida útil que las existentes en el mercado.

Tras 5 años de desarrollo de tecnología propia, la startup Millor Battery está lista para dar el salto: el próximo mes de febrero comenzará la producción en serie de sus baterías para bicicletas, motos, camiones y autobuses eléctricos en Cerdanyola del Vallès. La empresa catalana asegura que es capaz de crear baterías de ion litio más ligeras, con mayor autonomía y más vida útil que las existentes en el mercado.

La actividad de la nueva fábrica se centrará en la industrialización de tres de los proyectos en los que sus ingenieros han estado trabajando en los últimos tres años. Cuando la planta esté a pleno rendimiento, tendrá una capacidad de producción por encima de las 50.0000 unidades anuales.

El ingeniero industrial Baltasar López, fundador y CEO de la empresa, explicó que han optado por emplazar su centro de I+D y su fábrica en Cerdanyola del Vallès, a 20 kilómetros de Barcelona, “por su localización estratégica y su proximidad al Centro Tecnológico Eurecat, que dispone del principal laboratorio de baterías de España y que es un partner clave del proyecto”.

López ha remarcado también que “sin una apuesta como la que ha hecho el centro tecnológico Eurecat, con la creación de este laboratorio, una empresa como la nuestra, que basa su fortaleza en la tecnología de desarrollo propio, estaría obligada a recurrir al extranjero”.

Los responsables de Millor Battery reconocen que no es fácil ser competitivo en un mercado tan exigente y globalizado fabricando en Europa, pero cuentan con una tecnología de gestión electrónica y térmica muy potente y una agilidad de desarrollo y de fabricación con proveedores locales que les permite ofrecer muy buenas soluciones a nivel de prestaciones y de calidad en tiempo record.

Algunos de los proyectos en los que trabaja actualmente la joven empresa tecnológica son el de las baterías para scooters eléctricos con mayor densidad de energía del mundo y el proyecto de baterías para minibuses eléctricos que está desarrollando con la colaboración de Transports Metropolitans de Barcelona, IDIADA, Eurecat, Indcar y ACCIÓ.

De momento la start up mantendrá también sus instalaciones de Terrassa, dónde empezó su actividad, por la vinculación de su fundador a l’Escola Tècnica Superior d’Enginyeria Industrial i Aeronàutica de Terrassa de la Universitat Politècnica de Catalunya, dónde fundó en 2008 junto a otros compañeros de universidad el equipo de competición de coches híbridos y eléctricos UPC ecoRacing, con el que cosecharon importantes triunfos en competiciones de ingeniería de todo el mundo.

Acerca de Millor Battery

Millor Battery fue fundada en 2015 con vocación de liderar el mercado de las baterías para vehículos eléctricos fabricadas en pequeñas y medianas series a nivel internacional. A pesar de su juventud, ha despertado el interés de fabricantes de países como China, India, Canadá o Estados Unidos y ya cuenta con varios acuerdos con clientes del sector de los autobuses urbanos, bicicletas eléctricas, scooters y coches de lujo.

Recientemente la Comisión Europea ha seleccionado a Millor Battery para el programa de aceleración SME Instrument, ayudándola a financiar el desarrollo de su tecnología y su plan de crecimiento. La empresa ya cuenta con 7 ingenieros de diferentes especialidades, un equipo con experiencia en proyectos de multinacionales como General Electric, Altran, SeatBMWNissan o HP, y espera multiplicar su plantilla en los próximos dos años hasta los 25 trabajadores.

FUENTE: HÍBRIDOS Y ELÉCTRICOS

Vincent Ledoux-Pedailles (Infinity Lithium): «La planta de litio en Cáceres generará unos mil empleos en la zona»

Vincent-Ledoux-Pedailles
  • La compañía lidera el macro proyecto para establecer en Cáceres una planta de extracción de litio para la producción de baterías en España

El desarrollo del coche eléctrico está directamente ligado a todo lo que rodea a las baterías, tanto a sus procesos de fabricación como a la eficiencia que ofrezcan en el futuro y las posibilidades de recarga que podamos encontrar no sólo en ciudades, sino fuera de ellas para poder cubrir largos desplazamientos con las máximas garantías de recarga.

 

Y España quiere recuperar el mucho terreno perdido en este ya imparable desarrollo y, aunque fabrica ya coches eléctricos en plantas como las de PSA en Figueruelas y en Vigo, no tiene todavía acceso a la producción de las baterías. Y con proyectos como el de Infinity Lithium pone la primera piedra para un ambicioso plan que el propio Gobierno en funciones está impulsando para poder llegar a tener fábricas de baterías en suelo español.

Y es que para ello un proyecto como el de San José de Valdeflores (Cáceres) puede resultar decisivo, un proyecto que contempla la extracción y procesado de litio en el mismo entorno de un yacimiento que se considera el segundo mayor depósito de litio de Europa. Las 15.000 toneladas de hidróxido de litio que, según los estudios realizados, podrá producir la planta, permitiría abastecer a unos 10 millones de vehículos eléctricos.

Las cifras, desde luego, hablan de un gran proyecto industrial, con la creación de cerca de mil empleos tanto directos e indirectos y una inversión de unos 300 millones de euros, 100 de ellos destinados en una fase inicial los dos primeros años solo para el montaje de la planta próxima al depósito de litio.

El hidróxido de litio que será procesado en la planta extremeña es un componente esencial para las baterías de ion-litio, piedra angular del desarrollo del vehículo eléctrico. Y la empresa australiana va a liderar este proyecto en el que también participa la firma Tecnología Extremeña del Litio (TEL), un consorcio formado por Valoriza Minería, empresa filial de Sacyr, y que planea un proyecto a 30 años, plazo que podría ampliarse por cuanto considera que habría litio todavía por extraer después de ello.


FUENTE: Voz Pópuli

El corazón que impulsa al vehículo eléctrico: las baterías suponen un tercio del valor de estos coches

baterías coches eléctricos_AEDIVE

Su vida útil, la capacidad, la velocidad de carga o la autonomía del automóvil se reducen con el paso de los años

Los coches eléctricos van a la cabeza en la transición hacia una movilidad que pretende prescindir de los combustibles fósiles. Ya se han comercializado algo más de 35.000 unidades, según los datos de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico (AEDIVE).

Pero la escasa autonomía, la falta de una infraestructura de recarga y el tiempo que se tarda en recuperar la capacidad de la batería son tres de los argumentos que impiden un mayor crecimiento en las ventas de este tipo de vehículos.

Y en todo esto, las baterías juegan y jugarán un papel clave. Son las que pueden conseguir que estos coches sean más atractivos e interesantes, y puedan llegar a popularizarse ya que de ellas dependen la autonomía, precio, velocidad de recarga y vida útil del vehículo, aspectos fundamentales que frenan todavía a muchos usuarios.

Vida útil: Hasta 3.000 ciclos de carga completos

La batería es el componente más complejo y caro del coche eléctrico. Las más extendidas en la actualidad son las de ión-litio, el más ligero de todos los metales con una alta energía y potencia específicas. Su precio supone, según fabricantes de la automoción, «entre un 25 y un 35 por ciento, aproximadamente» del coste total del coche. De media, se estima que sus baterías admiten hasta 3.000 ciclos de carga completos. O lo que es lo mismo: si se vaciara y rellenara una vez al día, duraría unos ocho años. Es más, para garantizar su fiabilidad, los fabricantes recomiendan que la batería nunca llegue a descargarse del todo, así los ciclos de carga aumentan.

Valor residual: Más de 5.000 euros de batería

Resulta difícil determinar el valor residual de los vehículos eléctricos al no existir un histórico previo -los primeros que llegaron al mercado hace ahora ocho años-. Cambiar el sistema de baterías en un coche eléctrico puede sobrepasar la barrera de los 5.000 euros, lo que supone un tercio del precio del vehículo. Por lo tanto, «la vida útil de un coche eléctrico es tanta como la de su batería», manifiesta Arturo Pérez, director gerente de AEDIVE. Una afirmación que confirman desde la marca Nissan, que aclara que «tras doce años, es momento de que el coche se envíe al desguace, la batería se reutilice y el cliente adquiera uno nuevo».

Capacidad: Pierde el 8% de sus propiedades

Desde el Instituto Universitario de Investigación del Automóvil (INSIA) especifican que, en las aplicaciones que están desarrollando en vehículos especiales, compran las baterías en el mercado a mil euros el kWh, un precio «excesivamente caro y, al mismo tiempo, el elemento más costoso del vehículo». Estas baterías, como cualquier otro componente de un coche, pierden propiedades con el paso del tiempo -en torno a un ocho por ciento según varios estudios-, por lo que algunos fabricantes optan por ofrecer al cliente el alquiler de esta pieza pagando un coste periódico; si la batería es de alta capacidad puede rondar los 70 euros al mes para una media de 7.500 kilómetros al año.

Autonomías: Grafeno y 600 kilómetros

Las baterías evolucionan a pasos agigantados. Y no solo en capacidad y reducción de peso, sino en formas de alimentación: no necesitará cables y podrá cargarse mientras se circula como ocurre con el sistemas en fases de desarrollo como el carril bus con carga inductiva desarrollado por Endesa y que está en pruebas en Málaga. Las baterías de ion-litio se seguirán utilizando a medio plazo, pero la apuesta a largo plazo será el grafeno, puesto que prometen un 75 por ciento menos de peso frente a las de litio, cinco veces más autonomía -hasta los mil kilómetros-, con un 30 por ciento menos de tamaño o una recarga en menos de diez minutos.

Ya son muchas las marcas -como Audi, Hyundai o el grupo PSA- que están preparando modelos eléctricos que prometen superar los 450 kilómetros de autonomía con una sola carga. Su objetivo es rebasar la barrera de los 600 y posicionarse a la par que los coches de combustión. Ante esta situación, también hay que tener en cuenta que el precio de las baterías de los vehículos eléctricos se ha reducido y lo seguirá haciendo en los próximos años. En 2010, el kWh superaba, aproximadamente, los 858 euros, mientras que en 2017, bajó a 179, una quinta parte de su coste siete años atrás. En 2025, los eléctricos podrían tener precios similares a los de combustión.

Reciclaje: Más de 75 por ciento, apta para reutilizar

Se prevé que en 2018 un total de 55.000 baterías sean retiradas. Una cifra que en 2025 llegará a los 3,4 millones de unidades. Esta situación provoca que los fabricantes de automóviles comiencen a pensar en cómo darles una segunda vida. «La lógica detrás de todo esto es la llamada economía circular. La batería proveniente del vehículo eléctrico se convertirá en un importante componente dentro del mundo de la energía», detallan desde Renault.

Asimismo, cuando la vida útil de la batería alcanza en torno al 75 por ciento de su capacidad, y, por tanto, «no es apropiada para la tracción del vehículo, sí lo será para usos estacionarios», detallan desde el INSIA. «Esto permite que su vida útil se pueda ampliar a unos 20 años, sumando los 10 de media para dar servicio al vehículo y otros 10 para las aplicaciones estacionarias».

El Amsterdam ArenA, iluminado con baterías148 baterías de Nissan Leaf -85 nuevas, 63 reutilizadas- son las encargadas de suministrar electricidad al Estadio Johan Cruyff Amsterdam ArenA. Esta construcción, que ya contaba con una instalación de 4.200 paneles solares que alimentarán el nuevo sistema de baterías, tendrá garantizado un suministro eléctrico considerable, incluso durante un corte eléctrico.


Consejos de mantenimiento

Cuidar la batería

No requiere mantenimiento, pero el coste de su sustitución si está desgastada o estropeada se puede situar por encima de los 5.000 euros

Entorno urbano

A las baterías les gusta la ciudad, por lo que si se circula por entornos urbanos, la autonomía del vehículo será mayor. Eso sí, se debe acelerar con suavidad para no someterla a un desgaste innecesario.

Conducción ecológica

Si el vehículo tiene modos de conducción, se debe elegir el que favorece una conducción más ecológica.

Sistema de retención

Cuanto más se utilice el freno motor del vehículo, mayor autonomía se tendrá ya que se ayuda a recargar la batería: anticiparse a las paradas levantando el pie del acelerador o dejando rodar el vehículo en una calle cuesta abajo.

Climatizador

Si se tiene la opción, se debe conectar el climatizador cuando el vehículo esté cargando. Si se inicia la conducción con el habitáculo a la temperatura deseada, se evita que la calefacción o el aire acondicionado reduzcan la capacidad de la batería.