Director general de Aedive, la asociación empresarial que aglutina a toda la cadena de valor del eléctrico con su impulso como misión, Arturo Pérez de Lucia trata de desmontar lo que considera falsos mitos sobre estos vehículos, los únicos que podrán matricularse a partir de 2035: niega que sean menos seguros o que la red de puntos de recarga pública sea insuficiente en España.
Uno de los principales temores que se asocian a los coches eléctricos es el riesgo de incendio, con infinidad de vídeos circulando por las redes, pero, ¿qué hay de cierto? Arturo Pérez de Lucia cuenta que los convencionales tienen muchas más probabilidades de arder.
¿Por qué al eléctrico le cuesta arrancar con contundencia en España?
Son varias circunstancias. Desde la perspectiva industrial, está siendo complejo hacer la transición hacia la electrificación, porque el peso en el PIB del sector de la automoción tradicional es importante, pero sus órganos de decisión están en países como Alemania, Francia, Italia o Estados Unidos. Por otra parte, el hecho de que no dispongamos de un plan de incentivos estatal que ofrezca señales de precio inmediatas en la compra de eléctricos es un factor decisivo, que es preciso resolver con celeridad. Y, sin duda, las corrientes de opinión dirigidas a criticar este tipo de vehículos han hecho mucha mella en la confianza del usuario. La buena noticia es que cada vez hay más modelos electrificados, con mayores capacidades y mejores precios.
¿Qué falso mito en torno a estos coches ve más necesario desmontar?
El más difícil de desmontar es que no hay puntos de recarga pública en España y eso no es cierto. De hecho, la ACEA (European Automobile Manufacturers’ Association) anunció recientemente que estamos en el sexto puesto de países de la Unión Europea en este tipo de infraestructuras y en nuestro anuario 2023-2024 informamos de que la red está en una media de uso del 6% y que creció un 40% en el primer trimestre de 2024. En España hay 25 veces más puntos de recarga pública con relación al parque de eléctricos que surtidores de combustión con relación a los vehículos que repostan.
«No es cierto que no haya suficientes puntos de recarga pública para los vehículos eléctricos en España«.
Existen temores como quedarse tirado en un viaje, el coste de las baterías e incluso sobre la seguridad.
Es curioso porque, pese a que llevan más de un siglo entre nosotros, se siguen quedando tirados en la carretera muchos vehículos de combustión por falta de combustible, además de por fallos técnicos, pero nadie se rasga las vestiduras por ello. Respecto a la seguridad, los datos de siniestralidad avalan que los vehículos de combustión arden con una probabilidad 20 veces mayor que los eléctricos.
¿Qué pasos deben darse para democratizar estos vehículos?
Se están dando ya con la llegada de nuevos modelos cero emisiones en los diferentes segmentos y el esfuerzo de los fabricantes está siendo mayúsculo, porque, además, están sujetos a objetivos de descarbonización ligados a penalizaciones por incumplimiento. Por ello, es importante el apoyo de las administraciones públicas, especialmente del Gobierno, en la agilidad de los incentivos a la compra. Por otro lado, democratizar la movilidad pasa no solo por el acceso a vehículos más baratos, sino también a soluciones que permitan no tener que depender de un vehículo privado, habida cuenta de que en España tenemos uno de los parques más envejecidos de Europa, con una media de más de 14 años de antigüedad. En ese sentido, la movilidad eléctrica compartida está jugando un papel importante en las ciudades.
Su precio no se ajusta a todos los bolsillos. ¿Cuándo se situarán al nivel de los convencionales?
El precio de los vehículos eléctricos se ha ido reduciendo en los últimos años y se prevé que, en torno a 2026, esa paridad sea generalizada. De todas formas, una cosa es el precio de los vehículos y otra el coste durante su vida útil, y ahí es donde el vehículo eléctrico es sensiblemente más competitivo frente a sus espejos de combustión.
«Una cosa es el precio del vehículo y otra el coste durante la vida útil, y ahí es donde el eléctrico es más competitivo«.
La industria china ha puesto sus ojos en España para fabricar y exportar al viejo continente. La competencia es buena para el consumidor pero, ¿tendrá consecuencias para el fabricante europeo?
La competencia, siempre que no sea desleal con prácticas de dumping, es positiva tanto para los clientes como para los fabricantes, porque les invita a innovar y a ofrecer mayor valor añadido en sus productos. Las marcas chinas ya son conscientes de la necesidad de fabricar también en Europa y, de hecho, España es uno de los destinos contemplados en esa estrategia. Además, fabricantes tradicionales europeos están llegando a acuerdos de producción o comercialización con fabricantes chinos.
¿Tener que cambiar la batería completa en caso de avería no desincentiva la demanda de eléctricos?
¿Juega en contra de los vehículos de combustión tener que cambiar todo el motor en caso de avería? Las baterías de los vehículos eléctricos son muy fiables y cuentan con una garantía del fabricante, que ofrece hasta ocho años o 160.000 kilómetros, más que razonable para asegurar la confianza en el corazón de estos vehículos.
¿Qué aspectos recomendaría tener en cuenta a alguien que duda de si comprar o no un eléctrico?
Que los pruebe y verá que su desarrollo está en otro nivel diferente al que de forma generalizada se cree. Hace años hubiera dicho que analizara los kilómetros que recorre habitualmente, pero hoy en día hay disponibles eléctricos que ofrecen una respuesta eficiente en la corta, media y larga distancia, e incluso para conductores de uso intensivo, como los taxistas.
«Hoy en día hay disponibles eléctricos que ofrecen una respuesta eficiente en la corta, media y larga distancia«.
Para poder cargarlo en casa, ¿qué infraestructura se requiere?
Si se dispone de plaza de aparcamiento propia en la vivienda, se puede instalar un punto de carga vinculado al contador de la vivienda y sin necesidad de incrementar potencia ni tener que pedir permiso a la comunidad de propietarios; basta con informar a esta.
¿Llegaremos a 2035 preparados para matricular solo coches eléctricos o considera que los plazos acabarán por dilatarse?
Hablamos de 11 años por delante, en los que el desarrollo industrial y tecnológico de este tipo de movilidad será extraordinario. El eléctrico evoluciona notablemente cada lustro y estoy convencido de que para 2035 la demanda vendrá por la vía del entusiasmo.
FUENTE: Galiciaé