Voi refuerza su compromiso con España integrándose en AEDIVE

A través de este acuerdo, Voi avanza un paso más hacia la conversión de las ciudades en espacios más habitables basadas en la micromovilidad y la multimodalidad, a través de la formación de sus usuarios en seguridad vial

 Voi Technology, compañía líder europea de micro-movilidad, se ha integrado en la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE). De esta manera, Voi reafirma su compromiso con España, estableciendo el país como uno de los mercados destacados para la compañía este año.

En palabras de Charlotte Serres, GM de Voi para España y Francia, “Estamos emocionados de ser un actor de referencia en la micromovilidad dentro del ecosistema de AEDIVE para la movilidad eléctrica,  con el fin de promover juntos la movilidad cero emisiones y sostenible en España. Las ciudades requieren del compromiso de actores sociales e institucionales para transformar la manera en la que se mueven sus ciudadanos. Por nuestra parte, queremos ser parte de la solución y junto con AEDIVE, estamos convencidos de que esta integración será muy beneficiosa para todos”

Por su parte, Arturo Pérez de Lucía, Director General de AEDIVE, ha puesto de relieve la necesidad de que las ciudades de más de 50.000 habitantes asuman sus compromisos obligados en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética aprobada recientemente en el Congreso y que establece para estos municipios el establecimiento de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) para 2023, “para lo que la micromovilidad eléctrica y segura será una estrategia fundamental y necesitará de tecnologías probadas y de la experiencia que empresas como Voi Technology ofrece a nivel mundial”.

Innovación y movilidad sostenible

Desde su creación en 2018, Voi ha colaborado con las ciudades en las que opera para proporcionar un servicio de movilidad segura y respetuosa con el medio ambiente. Prueba de ello son los datos mostrados por la compañía, que destaca que el 14% de los usuarios han sustituido sus trayectos en coche por patinetes Voi durante 2020, un incremento del 27% con respecto al año anterior. Asimismo, un 42% de los usuarios combinaron el uso del patinete con el transporte público. De esta manera, a través de los patinetes Voi, ciudadanos de toda Europa han promovido una movilidad más sostenible y segura en sus ciudades.

Creada en 2010, AEDIVE aglutina a toda la cadena de valor del vehículo eléctrico. La agrupación cuenta con empresas procedentes de todos los ámbitos relacionados con la movilidad eléctrica: fabricantes, distribuidores de vehículos eléctricos, puntos de recarga o industria auxiliar. A partir de ahora, la Asociación contará con Voi como representante dentro de la micromovilidad eléctrica compartida.

El Gobierno confirma cuándo se prohibirán en España los coches diésel, gasolina e híbridos

prohibición vehículos combustibles fósiles
  • La rueda de prensa después del Consejo de Ministros ha sorprendido con una fecha para la prohibición para los vehículos movidos por combustibles fósiles, ya sean diésel, gasolina, híbridos o bifuel de gas

Desde hace meses, los componentes del nuevo Gobierno llevan avisando de un posible fin de los combustibles fósiles para el transporte en nuestro país. Y la rueda de prensa tras la última reunión del Consejo de Ministros así lo ha confirmado, con declaraciones en las que se asegura que en 2050 se espera conseguir un transporte de emisiones neutras.

La ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico hace tiempo que emplea un tira y afloja en sus declaraciones sobre el fin del uso de vehículos de combustión en nuestro país. Ahora, Teresa Ribera ha vuelto a poner fecha a una posible prohibición para todos los automóviles gasolina, diésel, bifuel de gas o híbridos: 2050.

Como te contamos hace tiempo, estas declaraciones siguen el camino que ya se dejó entrever con las medidas que espera tomar la propia Unión Europea. Cuando aún formaba parte del anterior Gobierno, Ribera avanzó que en 2040 no se venderían vehículos de combustión en nuestro país, una medida que fue rechazada por la Unión Europea, quien advirtió que no se puede prohibir la venta de un producto que cumple con los estándares comunitarios.

La decisión del entonces Ejecutivo fue la de tirar por la calle de en medio. El anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética aprobado por el anterior Gobierno de Pedro Sánchez en febrero de 2019 apostaba por seguir la línea que ha marcado la Unión Europea: emisiones neutras de CO2 en el transporte en 2050. Es decir, desde Europa recuerdan que no se puede prohibir un producto que cumpla las normas dictadas por Bruselas pero, al mismo tiempo, esperan que en 2050 no circulen vehículos que emitan emisiones contaminantes. ¿Se puede hacer de alguna otra manera que no sea cambiando la legislación actual?

Misma posición que hace un año

La comparecencia de Teresa Ribera sólo ha servido, por tanto, para recalcar que el Gobierno sigue adelante con su plan de prohibir la circulación a los vehículos de combustión en 2050, el mismo plan que, como decimos, prevé la Unión Europea.

Durante la rueda de prensa, la ministra y vicepresidenta del Gobierno ha presentado el acuerdo de Declaración ante la Emergencia Climática y Ambiental en España, donde se recogen 30 medidas de aplicación prioritaria (cinco de ellas para aplicarlas en los primeros 100 días de mandato) entre las cuales se recoge la intención de “llevar a las Cortes un proyecto de ley que garantice alcanzar las emisiones netas cero no más tarde de 2050, impulsado para ello un sistema eléctrico 100% renovable, un parque de turismos y de vehículos comerciales con emisiones de 0 gramos de CO2 por kilómetro, un sistema agrario neutro en emisiones de CO2 equivalente, y un sistema fiscal, presupuestario y financiero compatibles con la necesaria descarbonización de la economía y de la sociedad».

Queda claro, por tanto, que la intención del Ejecutivo es seguir dando pasos hacia una movilidad completamente eléctrica, por lo que se ha recalcado que, salvo motivos ajenos a la movilidad, no se darán ayudas a la compra de automóviles movidos por combustibles fósiles, ya sean gasolina o diésel, pero tampoco bifuel de gas o híbridos.

Todo ello quedará reflejado de manera definitiva si, finalmente, el Gobierno consigue sacar adelante la Ley de Cambio Climático y Transición Energética en la que casi lleva un año trabajando.

Arturo Pérez de Lucía: “El motor está preparado para asumir los retos de la descarbonización”

Arturo Pérez de Lucia_AEDIVE

CINCO DÍAS – ENTREVISTA CON ARTURO PÉREZ DE LUCIA Director gerente de AEDIVE

El director gerente de la asociación empresarial de impulso del vehículo eléctrico Aedive ve necesarios 23.000 puntos de carga rápida en 2030

La Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehícu­lo Eléctrico (Aedive) fue creada en 2010. Pertenecen a ella 130 socios de diferentes sectores, desde automovilísticas como Hyundai, Nissan, BMW o Mercedes, pasando por energéticas como Acciona o Naturgy, hasta compañías de carsharing como Car2Go. El director gerente desde su creación es Arturo Pérez de Lucia, un estadounidense licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Pérez habla con CincoDías de los retos de la electrificación del transporte y del borrador de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética que, como está redactado ahora, prohibirá matricular coches de combustión en 2040 y su circulación en 2050.

Pregunta. ¿Cree que la propuesta del Gobierno, incluida en el borrador, costará empleos?

Nissan anunció este año que habrá eliminado los coches diésel de su gama europea para 2021. PSA, con presencia industrial en Vigo, Zaragoza y Madrid y con un volumen de fabricación de uno de cada tres vehículos en España, anunció que el 100% de su gama tendrá una versión electrificada en 2025. No en vano, Opel ya confirmó su apuesta eléctrica con la producción en la fábrica de Figueruelas (Zaragoza) de una versión eléctrica del modelo Corsa. Las automovilísticas son expertas en analizar el desarrollo del mercado en el que se desenvuelven y eran conscientes desde hace años de los cambios que se avecinaban. Sin duda, los planes que han ido anunciando unos y otros muestran que están preparadas para asumir los retos de la descarbonización del transporte que exige la Comisión Europea de cara a 2050.

P. ¿Está de acuerdo con Bruselas, que calcula que deberían instalarse 3,3 millones de puntos de recarga en Europa en un escenario de bajada de emisiones del 40%?

Hay que preguntarse a qué tipo de infraestructura de recarga se refiere la Comisión. El Gobierno español ha establecido un objetivo de entre cuatro y cinco millones de vehículos eléctricos en 2030, y que para ello serán necesarios 350.000 puntos. Si hablamos de sumar cualquier tipo de infraestructura de recarga, estas estaciones resultarían ser pocas, porque si la carga vinculada (la del hogar) es el 80% de esa necesidad, pues todos esos vehículos tendrían que tener una vinculada. Si, además, contabilizamos la de oportunidad (en centros comerciales y hoteles) y la rápida (que permite cargar en media hora), ya no salen los números. Hoy hay 30 millones de coches de combustión, unas 11.500 estaciones de servicio, que tienen en torno a 70.000 surtidores. Si ponemos dos puntos de carga en cada estación de servicio estaríamos hablando de unos 23.000 puntos de carga rápida, lo que permitiría satisfacer las necesidades de movilidad para desplazamientos largos.

P. Entonces, ¿en España solo se necesitarían 23.000 puntos de carga rápida para lograr ese objetivo de cinco millones de coches?

No es un número exacto, pero es un parale­lismo entre lo que tenemos hoy para la combustión y lo que podríamos tener para un escenario de coche eléctrico en 2030. Con 23.000 puntos de carga rápida daríamos servicio más que de sobra a todos esos usuarios. Mientras los usuarios de coches de combustión tienen que ir necesariamente a una estación de servicio a repostar, los de vehículo eléctrico seguirían teniendo el 80% de sus necesidades con la carga vinculada.

P. ¿La carga vinculada no podría ser una barrera para gente con menor capacidad adquisitiva? No todo el mundo tiene un garaje.

Tener un parking y un punto de carga te permite un ahorro importantísimo. Yo tengo un vehículo eléctrico con el que hago unos 1.500 kilómetros al mes y gasto unos 23 euros. Si eso lo extrapolamos a la combustión, tendríamos que ­multiplicar por 10 ese dinero. La amortización es impor­tante. Hay mucha gente que no tiene plaza de aparcamiento, efectivamente, pero por eso están surgiendo negocios como parkings que están implementando infraestructuras de recarga que se puedan utilizar como puntos de rotación durante el día, pero luego, por la noche, tienen abonados que pueden tener esos puntos de carga como si fuera vinculada y carguen sin necesidad de tener garaje propio. Pero, ­evidentemente, todavía no existe la posibilidad de que todo el mundo pueda acceder a la movilidad eléctrica. Si estamos hablando de un escenario en 2030 de cinco millones de coches eléctricos, a lo mejor entre ese parque se dará mayoritariamente quien tenga mayor facilidad para acceder a una infraestructura de carga vinculada.

P. ¿Qué supondría para España tener una fábrica de baterías?

Reforzaría el desarrollo de esta movilidad porque garantizaría el suministro de su elemento más importante. No tener una es la razón por la que se retrasan muchos pedidos de vehículos eléctricos. Además, si el Gobierno pretende incrementar el valor del PIB del sector, tendrá que estar en línea con lo que viene: desarrollo de baterías, puntos de recarga e industria 4.0. Tenemos que estar en esa vanguardia.

P. ¿Es un problema medioambiental a futuro el tratamiento de las baterías de coches eléctricos?

El cambio de una batería de ácido plomo de un coche de combustión está en torno a uno y tres años. Si lo multiplicamos por un parque de 30 millones de vehículos, que es lo que tiene España, hablamos de que cada tres años hay que cambiar 30 millones de baterías. Las del eléctrico tienen una vida útil en línea con la del coche, pero además, esa batería se puede aprovechar para servicios estacionarios de recarga, como el almacenamiento de energía procedente de renovables. La desventaja que tiene la generación renovable es que es inestable. Para eso se necesita el almacenamiento energético. Además, entre el 85% y el 90% de los materiales de una batería de vehículo eléctrico de ion litio son reciclables. Es decir, cuando pase ese periodo de utilidad en un coche y el estacionario, pueden haber transcurrido 25 años de vida útil de esa batería, y después se trabajaría en el reciclado.

P. ¿Cree que hay que seguir apostando por el diésel o por tecnologías de transición?

Hay que ser coherentes, la movilidad eléctrica tampoco puede dar respuesta en el breve y corto medio plazo a toda la movilidad rodada, sobre todo aquella que es de media y larga distancia para el transpor­te de mercancías. Convivirá varios años con tecnologías de propulsión como el diésel, que es cierto que cada vez es más eficiente. Pero, evidentemente, no es cero emisiones, porque toda tecnología que combustiona algo emite residuos. Se podrá trabajar en tener más catalizadores, pero todo eso también encarecería el producto. Necesitamos que la movilidad eléctrica venga acompañada de tecnologías que aún son de combustión y que se trabaje para que sean menos emisoras.

P. ¿Son suficientes las ayudas al sector como el plan VEA?

Las ayudas que lleva dando el Gobierno desde 2009 han estado mal diseñadas, son poco ambiciosas, muy farragosas en la tramitación y discontinuadas en el tiempo. Lo único que han hecho es generar más confusión en el mercado, incertidumbres, picos de ventas y parones, porque cuando la gente veía que se acababa un plan esperaba a que saliera otro. Hemos llegado a tener planes irresponsables que se acababan en 24 horas. Eso solo es un parche mal puesto. Tenemos que plantear un plan ambicioso, con una fiscalidad que lo acompañe y que incentive la compra de vehículos eléctricos. Eso ayudaría a cambiar el modelo de forma más rápida. Ha llegado ya el momento de establecer un plan coherente; además, creo que todos los grupos políticos son conscientes de que es necesario.