Será solo cuando circulen a bajas velocidades; el objetivo es reducir el riesgo de atropello
Lo ha dicho Europa: a partir de 2021 todos los vehículos eléctricos, híbridos e híbridos enchufables tendrán que montar un avisador acústico. El objetivo es reducir el riesgo de atropello a peatones, con un sonido similar al que emiten los motores de combustión.
Hace tiempo que se habla de ello pero no había fecha oficial. Marcas como Nissan o Jaguar han sido visionarias en este tema y han creado un falso sonido de motor para sus eléctricos, el Nissan Leaf y el Jaguar i-Pace, concretamente.
El caso más conocido es el del fabricante japonés, que hasta le ha puesto nombre. En el Salón del Automóvil de Tokio, Nissan presentó Canto, el futuro sonido de sus vehículos eléctricos desarrollado para ayudar en la seguridad de los peatones ya que el sonido cambia de tono en función de si el vehículo está acelerando, frenando o circulando marcha atrás.
Entre 56 y 75 dB
Lo que hizo Nissan lo tendrán que hacer en breve todos los fabricantes.
Por imperativo europeo, todos los coches híbridos y eléctricos tendrán que montar un avisador acústico a partir de 2021. La norma también habla de cómo será ese sonido: similar al de un motor convencional y con una frecuencia intermedia entre 56 y 75 dB. El sonido solo se mantendrá activo a velocidades inferiores a 20 km/h.
El avisador cambiará de frecuencia hasta los 1600 Hz para que las personas mayores también puedan escucharlo.
El debate está servido
La Unión Europea ha decidido obligar a que los coches eléctricos emitan un ruido a bajas velocidades tras la petición de varias asociaciones, entre las que se encuentra Euroblind, representante de personas ciegas y con deficiencias visuales en Europa.
En su página web, esta asociación lanza un alegato en el que defiende y explica por qué ha promovido esta iniciativa.
“A pesar de que apreciamos los beneficios ambientales y la reducción del ruido de nuestro tráfico diario, la introducción de estos vehículos ha creado riesgos potenciales que amenazan la vida y la independencia de los peatones ciegos, con deficiencia visual y otros vulnerables”, aseguran.
“Debido a una operación casi silenciosa, es prácticamente imposible para los usuarios de caminos ciegos detectar un vehículo eléctrico o híbrido, evaluar su distancia y dirección correctamente y con la suficiente antelación para evitar ser golpeado”, defienden en su comunicado.
Además, explican por qué piden que los coches eléctricos emitan ruido a menos de 20 km/h: “cuando se viaja a velocidades más altas, el ruido generado por los neumáticos en combinación con la carretera se convierte en la fuente de ruido dominante y excede el ruido del vehículo”.
En el extremo opuesto están quienes abogan por una ciudad sin ruidos y recuerdan datos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que hablan de estrés, insomnio y hasta enfermedades respiratorias y cardiovasculares por culpa de la contaminación acústica.