Estudio: Uso de los vehículos compartidos en Barcelona

Estudio que analiza los hábitos de movilidad de los usuarios de bicicleta compartida (bikesharing), moto compartida (motosharing) y coche compartido (carsharing) en Barcelona. Concluye que el 49% de usuarios de motosharing y bikesharing procede del transporte público

Objetivos

En Barcelona, el uso de los servicios de movilidad compartida todavía es incipiente: menos del 10% de la población los ha utilizado en alguna ocasión. Entre ellos, la bicicleta compartida es el servicio que más usuarios han probado (8,7%), seguido del coche compartido (7,3%) y la moto compartida (3,6%). Pese a ello, el volumen de usuarios ha crecido en los últimos dos años, principalmente entre la generación menor de 35 años en moto y bicicleta compartidas.

Conclusiones

Las principales conclusiones del estudio indican:

  • La bici y la moto compartidas son servicios que se usan para moverse por dentro de la ciudad. Antes, estos desplazamientos se hacían fundamentalmente a pie, en bici o en transporte público. La captación de usuarios del vehículo a motor es baja en el bikesharing (10%) y el motosharing (21%), pero representa una mejora de ocupación de espacio y de calidad del aire.
  • El carsharing tiene un perfil diferente, con usuarios de más edad, y se usa para salir de la ciudad (más de 20 km), especialmente por motivos laborales. Los viajes se hacían antes de forma repartida entre transporte público (50%) y vehículo propio (41%). En este caso no hay mejora de emisiones contaminantes.
  • La mayoría de los usuarios de los servicios de movilidad compartida no tiene vehículo propio, sobre todo por una cuestión económica (costes de adquisición y mantenimiento) y de bajo uso.
  • Los usuarios con más accidentes son los del motosharing (10%), después los de los carsharing (8%) y por último los de los bikesharing (7%).

Recomendaciones

Además, el estudio realiza una serie de recomendaciones a administraciones, operadores del servicio y usuarios:

Para la Administración:
  • Vincular el uso de los vehículos compartidos y el transporte público con paquetes Mobility as a Service (MaaS) con tarifas planas de uso que supongan un verdadero instrumento de intermodalidad que capte usuarios del vehículo privado.
  • Permitir un crecimiento ordenado del número de licencias para satisfacer la demanda de usuarios y los problemas de carencia de disponibilidad de vehículos compartidos.
  • Regular los servicios de carsharing y VMP eléctricos en superficie en la ciudad, en el marco de restricciones de circulación futuras que reducirán la capacidad de transporte de personas.
  • Desarrollar campañas educativas e informativas para informar a todos los usuarios de sharing sobre cómo circular de forma segura por la ciudad.
  • Fomentar un cambio modal desde el vehículo privado motorizado a los vehículos de sharing, para contribuir a la mejora de la calidad del aire y la congestión.
  • Aplicar una política progresiva de estacionamiento de los vehículos compartidos, que respete una transición donde el punto de equilibrio final entre vehículos en propiedad y compartidos todavía no es conocido.
Para los operadores:
  • Aumentar la cobertura territorial de motosharing y bikesharing con visión metropolitana.
  • Mejorar el funcionamiento de las apps y ofrecer apis para conectarse a otros servicios.
  • Velar por la seguridad vial de sus usuarios (normativa, medida del casco, etc.).
  • Ofrecer formación previa a los usuarios de motosharing y bikesharing.
Para los usuarios:
  • Conocer y respetar las normas de circulación por una mayor seguridad.
  • Estacionar los vehículos en las zonas habilitadas o permitidas de acuerdo con la normativa.