Sustituye a Rafael del Río, que se jubila tras ocho años en el cargo, y será el encargado de la coordinación de los grupos de trabajo
El equipo asturiano de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive) no deja de crecer. Al presidente, Adriano Mones, y al vicepresidente Pablo Campos-Ansó, se une ahora Javier Izquierdo (Gijón, 1974), hasta esta semana responsable de desarrollo de hidrógeno en EdP Renovables. Este ingeniero industrial deja la multinacional energética para afrontar un reto, el de «ayudar al sector de la movilidad eléctrica a salvar barreras y desarrollar el negocio».
Izquierdo será el número dos del equipo que dirige Arturo Pérez de LucIa, director general de la asociación, en sustitución de Rafael del Río, que ocupó el puesto en los últimos ocho años. El gijonés asumirá la dirección técnica encargándose de coordinar los diferentes grupos de trabajo. «El mundo de la energía está muy regulado y hace falta que esa relación entre el sector y la normativa tenga cierto criterio técnico. Puedo aportar mi experiencia desde el punto de vista de generación, distribución y comercialización de la electricidad», apunta. Su trayectoria profesional comenzó en la central térmica de Aboño, donde trabajó 15 años en aspectos técnicos. De ahí, dio el salto al mundo de la movilidad eléctrica «con un componente más comercial, porque trabajar en este ámbito es un tema muy colaborativo donde mantienes contacto con la administración, empresas y resto de agentes. Fueron unos años que disfruté mucho profesionalmente», cuenta. La última etapa en EdP estuvo vinculada a temas de hidrógeno, como gestor de proyectos, un puesto, reconoce, «demasiado técnico para mis preferencias y motivaciones actuales».
En Aedive, Javier Izquierdo podrá aunar ambas facetas para «ayudar al desarrollo del negocio. Hay un potencial enorme, con un crecimiento exponencial. Esto va a coger una velocidad importante y hace falta ese impulso comercial, ligado también a superar las barreras técnicas». En definitiva, «hace falta un cambio de chip». El importante papel de Asturias en la asociación no es casualidad para su flamante director técnico y se sustenta en un conjunto de cuestiones: «tradición industrial y tecnológica, ecosistema emprendedor, una Administración implicada, empresas en casi todos los ámbitos de la cadena de valor…». A ello se une una región que, asegura, es «muy golosa» para el coche eléctrico, con una amplia zona central y extremos a cien kilómetros – «un coche básico tiene una autonomía de 300 kilómetros»–.
¿Y qué pasa con los puntos de recarga, uno de los grandes handicaps? En Asturias se ha pasado de 50 a 400 en los últimos cinco años. Y sigue creciendo. Junto a ese despliegue de puntos de recarga, públicos y privados, la autonomía, las baterías, o la optimización del ciclo energético estarán en la nueva hoja de ruta de Izquierdo.