Por Alejandro Valdovinos, responsable de nuevos negocios de Simon
Hace más de diez años, cuando Simon empezó a desarrollar el primer prototipo de cargador de vehículo eléctrico, ya intuíamos que se trataba de desarrollar un enchufe (área en la que somos líderes en España) conectado y con más o menos inteligencia en función de su entorno.
El sector de la automoción ha puesto el rumbo definitivo hacia el vehículo eléctrico y éste va adquiriendo de forma paulatina más espacio en los medios de comunicación y en el imaginario colectivo.
Tanto los modelos eléctricos puros como los híbridos enchufables se van a triplicar en los próximos dos años, lo que está obligando a las empresas de la automoción a redoblar esfuerzos en inversión y buscar todo tipo de alianzas con empresas tecnológicas y de desarrollo de baterías. En España el mes de enero se cerró con un 3,2% de matriculación de vehículos eléctricos sobre el total de vehículos matriculados en un contexto global en que cada vez se matriculan menos coches.
Se manejan muchas estadísticas de asociaciones del sector y de grandes consultoras internacionales que indican que el porcentaje puede crecer hasta un 10-12% en 2025 y hasta un 30% en 2030.
En este sentido, la oportunidad de negocio concreta que representa la infraestructura de recarga de vehículo eléctrico y la movilidad eléctrica está muy relacionada con uno de los ejes clave de transformación de la transición energética de la que ahora mismo somos protagonistas y que está empezando a cambiar la sociedad junto con la eficiencia energética, generación distribuida y almacenaje de energía.
La tendencia que se aprecia es que el mercado de infraestructura de recarga se está especializando en diferentes segmentos: doméstico, aparcamientos públicos, hoteles, superficies comerciales, parkings de empresa, vía pública, estaciones de servicio, concesionarios y autopistas. También en distintas tipologías de recarga: superlenta, lenta, semirrápida, rápida y ultrarrápida que hacen cada vez más difícil tener una solución adecuada y competitiva para cada mercado y para cada tecnología.
Proveedor de referencia
Simon tiene la voluntad de ser un proveedor de referencia en los segmentos de mercado donde estamos más presentes: la vivienda vertical y horizontal, hoteles, superficies comerciales, empresas, oficinas y vía pública.
En este contexto, podemos considerar que el gran reto de los coches eléctricos no es tanto la autonomía de los mismos, ya que modelos de diferentes fabricantes llegan a los 450 km (y se prevé un incremento interanual de un 6%-10%), sino bajar el coste de los mismos y asimilarlo al de los vehículos de motor de combustión.
Este año el Plan Moves va a tener una dotación presupuestaria de 65 millones de euros, y se entiende que en un periodo de cinco años estas ayudas podrían desaparecer y que las políticas de discriminación positiva a favor del vehículo eléctrico de los organismos públicos (municipales, autonómicos y estatales) deberían hacer el resto en el objetivo de descarbonizar el parque de vehículos.
En referencia a la infraestructura de recarga, se considera que debe haber una implantación de entre dos y tres cargadores de acceso público por vehículo eléctrico matriculado, por lo que todavía nos queda mucho recorrido. Aunque resulta incomprensible que no se haya aprovechado la reforma del CTE, de finales de 2019, para proponer un porcentaje de puntos de recarga por plaza de garaje en los parkings de los edificios existentes como en otros países vecinos de Europa.
Simon está evolucionando como fabricante de infraestructura de recarga de vehículo eléctrico, y ahora también ofrece soluciones de explotación de infraestructura de recarga inteligente y conectada. Frente a este escenario, no solamente son importantes los distintos cargadores que desarrolla Simon, sino las soluciones de gestión, explotación y configuración que ofrece para resolverlo; tanto desde el propio cargador como a través de un dispositivo móvil, mediante una app con la que se accede a la plataforma de gestión.
En las viviendas donde hay vehículo eléctrico, su carga representa casi un 65% del consumo global de la vivienda. Las soluciones de Simon permiten optimizar la potencia disponible en la vivienda en función de otros consumos domésticos.
Un escenario similar se produce en todas aquellas empresas que disponen de una flota importante de vehículos eléctricos que cargan de forma diaria sin posibilidad de ampliar la potencia contratada, por lo que resulta fundamental establecer una solución de gestión inteligente con balanceo fijo o dinámico de potencia.
Actualmente estamos muy atentos a la evolución del concepto ‘Vehicle to Grid’ o ‘Vehicle to the Home’, sistema que permitirá utilizar la batería del vehículo como una fuente de generación distribuida de la propia vivienda, lo que implicará la integración de las soluciones de recarga en la gestión del hogar conectado del siglo XXI.